¿Qué hacer si nuestro perro bull terrier miniatura tiene miedo?

Al igual que ocurre con las personas los perros también pueden ser atrevidos, o por el contrario, miedosos o asustadizos. Un hecho ligado a la personalidad de cada can pero también puede ser debido a una deficiente socialización. No le tenemos que dar demasiada importancia a no ser que el perro bull terrier miniatura sea miedoso en exceso y eso le dificulte el poder relacionarse o llevar una vida normal. Si es nuestro caso, ante todo debemos ser muy comprensivos con nuestro amigo e intentar encontrar las circunstancias o motivos que provocan este miedo irracional en el perro.

Comentar que la sensación de miedo es un estado que, por suerte, es en la gran mayoría de casos transitorio y provocado por una mala experiencia o hecho reciente. Esto significa que a largo plazo nuestro mini bull no tiene porqué experimentar esta angustia el resto de su vida. Aún así, y con vistas a ayudaros con este problema, en Costa Cabana os traemos unos consejos clave para ayudar al bullterrier miniatura a superar el miedo.

¿Por qué tiene miedo nuestro perro bull terrier mini?

A la hora de identificar los factores o motivos que originan este miedo irracional en nuestro perro deberemos estrechar la vigilancia sobre la posible conducta y modo de actuar de este, así como, analizar los momentos en los que se originan estas reacciones por parte del bull terrier miniatura. Una vez hayamos encontrado los patrones de conducta y estas reacciones miedosas por parte del perro nos será mucho más fácil poder encontrar una solución a su problema y, por tanto, poder corregir esta tendencia tan angustiosa.

Aunque estos miedos pueden ser muy diversos, ya vimos por ejemplo el miedo de los perros a los petardos en este artículo, otros sí que presentan grandes similitudes y suelen estar presentes en mayor o menor medida en muchos canes. Así pues, a continuación te contamos algunos de los posibles motivos por los que el bull terrier mini y demás perros pueden mostrar miedo:

• Los ruidos fuertes y las reacciones bruscas suelen ser un desencadenante bastante habitual a la hora de despertar el miedo en los perros. Esto se debe a que por naturaleza el perro tiende a mantenerse en alerta constante por lo que, si este aprecia una alteración de su orden, este entiende que existe algún peligro.
• El contacto con otros perros o personas también puede provocar un miedo casi instantáneo en nuestros peludos. La diferencia de altura o una actitud amenazante por parte de algunas de las partes pueden dar a entender a nuestro perro que se encuentra en peligro y, por tanto, esta reacción de miedo.
• Los hechos o vivencias traumáticas suelen ser también muy vinculantes a la hora de que un perro sea más o menos miedoso. Que este haya vivido episodios de violencia o de maltrato pueden hacer que se muestre mucho más introvertido de lo normal, un problema que sin duda precisará de una atención mucho más especializada.

¿Cómo ayudar a un perro mini bull a superar el miedo?

A la hora de ayudarlos a superar ese miedo que sin duda les dificulta el poder relacionarse correctamente con otras personas y perros o el llevar una vida con toda su plenitud, existen una serie de consejos o pautas a seguir que nosotros mismos podemos implementar y que sin duda son de gran utilidad. Recomendaciones que aunque no tiene porqué ser igual de efectivas en todos los casos, sí se han demostrado exitosas en un gran número de ellos.

• Una vez hayas diagnosticado el estímulo o factores que originan este miedo irracional en tu perro trata de suprimirlos en la medida que sea posible.
• Si su miedo se produce al socializar con otras personas o animales, trata de cambiar esta actitud favoreciendo un acercamiento cada vez más prolongado.
• Si ese miedo se produce en el hogar, trata de crear zonas seguras o espacios en los que el perro sienta que está seguro y que su integridad no corre ningún peligro.
• En el caso de que el miedo se traduzca en un ladrido excesivo, trata de reeducarle haciéndole ver que esa actitud no es la correcta, en este artículo te contamos más.
• Por último, si ves que esta conducta no desaparece o incluso va a más, quizá sea el momento de contar con la opinión de un etólogo que pueda analizar el caso.