En Costa Cabana Bull sabemos que hay muchos perros que padecen terror a las explosiones que producen los petardos. Otros miedos de los que se habla mucho es el de los truenos en noches de tormenta. Ambos sonidos pueden llegar a provocar el fallecimiento de nuestro perro por infarto de corazón debido al estrés que llegan a sufrir.
Realmente podemos evitar ese pánico sabiendo unas pautas muy sencillas pero eficaces.
El pilar fundamental es que todo perro tenga una buena socialización y eso se consigue dándoles a conocer cuantas más situaciones diferentes, mejor. Este hecho hará que se sientan tranquilos al conocer ese tipo de escenas e incluso lleguen a entenderlas como "habituales".
Hay diferentes tipos de ejercicios que recomiendan los adiestradores y demás profesionales al respecto.
Es por ello que como criadores, os queremos recomendar que una vez podáis sacar a pasear a vuestros cachorros, los llevéis a sitios con gran afluencia de personas.
La mejor escena para ello es el pasear tranquilamente por los típicos mercadillos españoles donde además de hacer tus compras, puedes hacer una parada por los puestos para tomar algo fresquito y refrescar a tu perro.
Éste es un ejercicio perfecto para eliminar los miedos de los canes a ser pisados, para que no teman a los ruidos que suele haber en un mercadillo como son los gritos que dan los vendedores de los puestos. Además también se encontrarán con los pitidos de claxon que suelen dar los conductores de las furgonetas para abrirse paso entre la multitud de viandantes. Una escena así puede llegar a agobiar mucho a un animal si no ha estado préviamente socializado.
Todo lleva su proceso y es paulatino. Primeramente el cachorro ha tenido que tener contacto con su madre, hermanos de camada, otro tipo de animales como son los gatos, los conejos, etc. También es muy importante que puedan jugar con niños que si son muy pequeños, debe ser en presencia de adultos. Si el cachorro tiene una mala experiencia con un niño, éste puede llegar a tener fobia a los niños.
Todo esto es lo que hacemos muchos criadores cuando queremos preparar nuestro perro para competir en exposiciones. De esta manera estamos moldeando el carácter de nuestro ejemplar para conseguir que tenga una actitud valiente pero a la vez muy equilibrada. Cuando llega el día de la exposición y observas fuera del ring la actitud de los perros, enseguida puedes saber qué perros han sido entrenados y los que no han tenido preparación.
Un perro entrenado es un perro extremadamente socializado, alegre, juguetón, muy espabilado y atento. Muestra seguridad en sí mismo y no se asusta ante nada de lo que pase a su alrededor ya que está acostumbrado a todo tipo de situaciones. Puede pasar por su lado un coche, un tractor o el camión del butano pitando sin parar que no temblará ni meterá el rabo entre las patas.
Cuantas más situaciones conozca tu perro, más fuerte lo harás y tendrás un animal sano de mente con el que podrás disfrutar sin límites!